Independientemente de lo que ocurra esta semana con la candidatura de Julio Guzmán, de Todos Por el Perú (TPP), su presencia y rápido crecimiento en la sencuestas ya ha convencido a susprincipales contrincantes de que se les está yendo de las manos y que va a pasar a la segunda vuelta, quedando ellos fuera.
Hasta la propia lideresa de las intenciones de voto, Keiko Fujimori (Fuerza Popular) ha puesto de manifiesto su inquietud y love como un peligro.
Es paradójico que con Guzmán venga aconteciendo lo mismo que con Alberto Fujimori, respecto de la candidata del fujimorismo. Mal que bien, ella representa al establishment político.
Resulta innegable que Keiko Fujimori es la lideresa de unmovimiento que es visto con simpatía por amplios sectores de la población.
Más de una tercera parte de los votantes están dispuestos a sufragar por ella, nos guste o no. El mismo papel lo desempeñaba en 1990 Mario Vargas Llosa, el candidato del Fredemo, Alberto Fujimori era el outsider cuyo papel encarna hoy, salvando las distancias, por supuesto, Julio Guzmán.
De pasar a la segunda vuelta ambos postulantes (con la foto de hoy, es el escenario más consolidado y posible), Keiko tendría una durísima contracampaña.
Es posible que su núcleo duro, es decir, las personas que estarían dispuestas a votar por ella sin que existiesen hoy día elecciones, se mantenga inalterable; y es posible también que a su 30 % se sumen algunos más que hagan aumentar esa cifra.
Lo que no es seguro es que eso sea suficiente para ganar las elecciones. El antivoto de Keiko Fujimori, sobre todo en el sur del país, favorecería sin duda a Guzmán. Éllo sabe yes por eso qu no apunta ensus críticas a los demás, sino a su eventual rival en la segunda vuelta.
Comienza a perfilarse el antifujimorismo de TPP que debe ser más inteligente y matizado que elantifujimorismo de Ollanta Humala
y Nadine Heredia.
Que Guzmán utilice los mismos argumentos de la pareja presidencial puede resultar contraproducente. Sobre todo porque los rivales que van quedando postergados (Alan García, Pedro Pablo Kuczynski, Alejandro Toledo) ya han lanzado sus dardos contra
el candidato de la ola morada.
Y porque el principal déficit que arrastra Guzmán es el haber trabajado para el actual gobierno en época de Salomón Lerner y luego Juan Jiménez Mayor durante el paso de ambos por la Presidencia del Consejo de Ministros.
Por el lado de César Acuña, no puede darse ell ujode atacar a Guzmán como sí lo hacen los otros. No Guzmán sino la gente le respondería con dureza y lo expondría más de la cuenta.
El aspirante presidencial de Alianza Para el Progreso, que llegó a estaren el segundo lugar que hoy ocupa Guzmán, parece estar en caída libre.
En cambio, otros que han crecidopoco, pero que muestran un sostenido avance (Alfredo Barnechea yVerónika Mendoza), están a la expectativa y pueden subir en los pocomás de dos meses que restan.
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