sábado, 30 de mayo de 2015

JAIME ANTEZANA DICE:


Ollanta Humala y Evo Morales: la guerra de los roces
El jueves 28 de mayo, el día que la policía boliviana capturo a Martin Belaunde en el Beni, Bolivia, señale que "es difícil creer que las relaciones (entre la pareja presidencial y Evo Morales) sigan siendo las mismas". No me equivoque. Las relaciones están rotas, fracturadas. Dos actos, ocurridos entre el viernes 29 y hoy sábado 30 de mayo, ilustran la ruptura de las relaciones de amistad que tuvieron.
Acto uno: minutos antes de la entrega de Martin Belaunde a la delegación peruana que viajo a Desaguadero, frontera entre ambos países, Evo Morales les pregunto: "¿Dónde está Ollanta?", según la cuenta del Twitter del Ministerio de Gobierno de Bolivia. No hubo respuesta. Ollanta Humala, como sabemos, no había viajado a Desaguadero a recibir a Martin Belaunde.
Acto dos: hace un par de horas, Ollanta Humala le respondió a Evo Morales: "...Acá en el Perú, los presidentes no vamos a recoger presos". Antes dijo, con claro tono sarcástico: "Si el presidente Evo Morales decidió estar ahí, es su decisión". Y remato diciendo: era "lo mínimo que podía hacer el presidente Evo Morales".
Los actos descritos revelan que las relaciones entre Ollanta Humala y Evo Morales están, pues, rotas o quebradas. Asimismo, una clara "guerra de los roces" parece haberse configurado entre ambos mandatarios. De su amistad reciente parece no quedar nada. ¿Quién de ellos quebró la relación de amistad que mantuvieron por más de nueve años? Por el tono de sus palabras, Ollanta Humala.
Sin duda alguna, decir que si Evo Morales "decidió estar allí" (en la entrega de Martin Belaunde) es su "decisión" es una respuesta bastante dura a la pregunta que hizo Evo Morales (¿"donde esta Ollanta"?). O, decir (respecto a la captura de su exsocio) era "lo mínimo que podía hacer el presidente (Evo Morales)". Fue Ollanta Humala quien quebró la amistad con Evo Morales.
Pero la actual "guerra de los roces" es el corolario de versiones contrapuestas que han dado funcionarios de ambos gobiernos. El más escandaloso: el ministro de relaciones exteriores de Bolivia señalo que el gobierno peruano, específicamente el ministro de justicia e interior, no gestionaron para traer a Belaunde Lossio al Perú. Razón suficiente para renunciar. No lo hicieron.
¿Como se explica la actitud de Ollanta Humala con Evo Morales, quien -desde mi punto de vista- lo apoyo al retenerlo a Martin Belaunde en las enmarañadas redes normativas de Bolivia y fue benigno con las triquiñuelas y dilaciones del lado peruano? Parece que nos estamos equivocando al creer que Ollanta Humala es un alfeñique de Nadine Heredia. O un hombre medroso. Parece que empezamos a conocer la frialdad y el sarcasmo de Humala.

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