La historia de Jaime Mendoza Castro es difícil de creer. Este ciudadano natural de Iquitos podría pasar de ser un balsero que se gana la vida trasladando personas por el río Amazonas a ser poseedor de cerca de 22 millones de soles. Ello tras ganarle un juicio a la Fuerza Aérea del Perú (FAP), que ha optado por apelar la decisión.
HERIDA MILLONARIA
En enero de 1970, Mendoza Castro se unió voluntariamente al servicio militar en el Grupo 42 de la ciudad de Iquitos. Cumpliendo su labor sufrió un accidente que le mutiló un dedo en la mano izquierda y dañó otros tres. Fue dado de baja por incapacidad física un año después.
“La norma N° 19846 establece que cuando la junta médica opina que el personal es discapacitado o inválido para el servicio militar deben otorgarle una pensión que asciende a dos mil soles mensuales y otros dos mil como bonificaciones”, refiere Jorge Cecilio, abogado del demandante.
CONTROVERTIDO FALLO
Pero la FAP nunca realizó estos pagos, por lo que el balsero demandó a la institución en agosto de 2013. En enero de 2014, el Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Iquitos declaró fundada la demanda y ordenó que se cumpla con el pago de la pensión de invalidez, los devengados, beneficios conexos e intereses acumulados.
“Recién en el 2015 emiten su resolución de pensión. Desde 1971 hasta el 2014 han calculado un millón 128 mil soles, pero los intereses superan los 20 millones”, explica el letrado.
Además, afirma que las solicitudes de conciliación nunca prosperaron. Ante el incumplimiento, en julio último el Poder Judicial ordenó la retención de tres cuentas bancarias de la institución. La FAP ha presentado una apelación que se encuentra en la Sala Civil de la Corte Superior de Loreto.
fuente;radio exitosa
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